SINDROME PIRIFORME o PIRAMIDAL
Se trata de una patología producida por la comprensión del nervio ciático, por el músculo piramidal; confundiéndose en ocasiones con lesiones lumbares; por la similitud de algunos síntomas
El piriforme es un músculo pelvicotrocantereo situado en la profundidad glútea y forma parte de los músculos rotadores externo de la cadera; se inserta en el borde superior del trocánter mayor y en el borde del sacro.
El nervio ciático en su trayecto anatómico pasa entre los músculos piriforme y obturador, salvo en el 15 % de la población que el ciático atraviesa el músculo piriforme; por lo tanto es fácil comprender su compromiso cuando nos sentamos; en posición de pie, el nervio ciático se encuentra relajado y protegido, sobre todo por los glúteos que son unos músculos erectores, por lo expuesto es fácil relacionar este síndrome con las personas que permanecen mucho tiempo sentados o realizan ciclismo, también puede desencadenar esta patología los golpes directos o inyecciones mal puestas.
El síntoma principal es el dolor en la región glútea que puede irradiar a la extremidad inferior, confundiéndose muchas veces con una lumbociática, pero en este síndrome el dolor aumenta en sedestación.
El tratamiento es eminentemente conservador con tratamiento de fisioterapia, orientada a restablecer el reequilibrio pélvico y a liberar todas las adherencias producidas entre el músculo piriforme y el nervio ciático a consecuencia de la inflamación.
EJERCICIOS
1.- Acostado boca arriba; sujetamos la pierna afectada debajo de la rodilla, la otra totalmente estirada, realizamos flexo-extensión de la rodilla para deslizar repetidamente el ciático.
2.- Acostado boca arriba, entrelazamos las manos sujetando firmemente la rodilla; para traccionar la rodilla hacia el hombro contrario, mantenemos la posición tres minutos.
3.- De pie, con la pierna afectada adelantada, flexionamos progresivamente el tronco hacia delante, manteniendo la tensión durante tres minutos.
4.- De pie; elevamos la pierna afectada sobre una plataforma elevada, lentamente flexionamos el tronco hacia delante, manteniendo la posición durante tres minutos.
5.- Tumbado boca arriba, elevamos la pierna todo lo posible sujetándola por detrás de la rodilla. Desde esa posición realizamos movimiento de flexo-extensión de tobillo.