SINDROME DEL TUNEL TARSIANO ANTERIOR
El síndrome del túnel tarsiano anterior se debe a la compresión del nervio peroneo profundo en su paso por debajo de la fascia del tobillo.
Las causas más frecuentes son los traumatismos en el dorso del pie o el calzado muy apretado.
La neuropatía por atrapamiento produce un dolor profundo urente, adormecimiento de la zona, parestesias y debilidad de los extensores de los dedos. Y no suele existir afectación motora. Las molestias aumentan por la noche al hacer la flexión plantar por el peso de la ropa; mejorando al ponerse de pie.
En la exploración aparece una zona hipersensible a la palpación y suele existir el “signo de tinel” (pequeñas descargas).
Suele confundirse con artritis del tobillo, radiculopatía lumbar o polineuropatía diabética, pero todas ellas tienen signos y síntomas distintos. Recordar que la radiculopatía lumbar y el atrapamiento del nervio peroneo profundo pueden coexistir como “atrapamiento doble. Además dado que el Síndrome del Tunel Tarsiano anterior es frecuente en los diabéticos; también se puede observar polineuropatía diabética en los afectados por este síndrome. Los diabéticos y otras personas propensas a los síndromes nerviosos son más supceptibles de desarrollar este síndrome.
El tratamiento del Síndrome del Túnel Tarsiano anterior es conservador; con una fisioterapia orientada a liberar el nervio, mediante técnicas neurodinámicas específicas. También se tratan con férulas de inmovilización, analgésicos, antiinflamatorios etc; pero nuestra experiencia ha observado que pasado los efectos de la medicación, el problema permanece y las infiltraciones presentan contraindicaciones ; y en los pacientes diabéticos descompensaciones.
EJERCICIOS
- Sentado, con la pierna cruzada sobre la rodilla sana, coger la pierna por el tobillo y con la otra mano la parte anterior del pie, hacer movimientos de extensión máxima de los dedos y pie.
- De pie, apoyándose sobre una pared, flexionar la rodilla de la pierna lesionada todo lo posible. Empujar lentamente el tobillo hacia las nalgas estirando la parte anterior del pie.
- Arrodillado, con los empeines sobre una toalla, nos sentamos en los talones y desplazamos el tronco hacia atrás, permaneciendo tres minutos en la posición.
- Tumbada sobre la espalda, elevar la pierna lesionada en dirección a la cara, sujetándola por detrás de la rodilla. Realizamos flexo-extensión máxima del tobillo.
- En posición de sentadilla con una rodilla y mano en el suelo para mantener el equilibrio. Sujetar el pie lesionado con la otra mano y empujar el talón hacia las nalgas, estirando la cara anterior del tobillo.