SINDROME DEL TUNEL DEL TARSO
Se trata de un atrapamiento o compresión del nervio tibial posterior en el canal osteofibroso, formado en la parte postero-inferior del maléolo medial con el tubérculo del calcáneo.
Las causas más frecuentes que desencadenan esta lesión son zapatos que rozan, contusiones, edemas, lipomas, gangliones y tumoraciones; también se observa aumento de esta lesión en pacientes con deformidades del pie en valgo y con antecedentes de fracturas o subluxaciones de tobillo.
Los pacientes relatan dolor y parestesias en los dedos y en la planta del pie; la sensibilidad del talón está conservada ya que su inervación sensitiva ramifica anterior la túnel.
En los casos crónicos que no han sido tratados, aparece parálisis de los músculos de la planta del pie, incapacidad para separar o aproximar los dedos, aumento del puente plantar y dedos en garra.
En la exploración la percusión del nervio por detrás del maléolo despierta parestesias (Signo de Tinel). Y al comprimir manualmente la zona durante 30 segundos reproducimos los síntomas. También es aclaratorio hacer un test discriminatorio de dos puntos sensitivos en las zonas mediales de ambos pies. Si existe diferencia indicaría que la rama plantar se encuentra comprimida.
El tratamiento es siempre conservador, con tratamiento de fisioterapia orientada a liberar el nervio en su paso por el canal del Tarso, con movilizaciones neurodinámicas o con otras técnicas fisioterápicas descompresivas, obteniendo una mejoría inmediata.
EJERCICIOS
1-Sentado cruzamos la pierna lesionada sobre la sana, sujetándola con una mano por el tobillo y fijamos la rodilla con el codo. Con la otra mano estiramos los dedos y deslizamos el antepie hacia el suelo.
2- Pie lesionado por detrás, las manos apoyadas en una pared. Realizamos un estiramiento mantenido tres minutos de toda la estructura posterior de la pierna.
3- De rodillas con los dedos flexionados sobre el suelo, desplazamos el tronco hacia atrás, intentando sentarse sobre los talones y permanecer tres minutos.
4- Sentado sobre el suelo, cruzamos una pierna sobre la otra; colocamos una toalla alrededor del antepie y traccionando de la toalla, mantenemos tres minutos el pie estirado.
5- Frente a una pared con los pies en una cuña para hacer una extensión más pronunciada, desplazamos el cuerpo hacia adelante progresivamente.