SINDROME DEL SEMIMEMBRANOSO
El semimebranoso es el músculo más interno de los músculos de la parte trasera del muslo; parte de la tuberosidad isquiática y termina en un fuerte tendón que se divide en tres fascículos, el descendente que inserta en al tuberosidad interna de la tibia, el poplíteo que se dirige hacia arriba y afuera y el fascículo anterior que pasa horizontalmente debajo del ligamento lateral interno de la rodilla.
Muchos autores relacionan este síndrome con el ejercicio intenso, con traumatismos directos en la rodilla, con descompensaciones musculares o con un mecanismo de hiperextensión forzada de la rodilla.
Se trata de un conjunto de síntomas y signos que se repiten y son comunes en la lesión distal del semimembranoso, pero son insuficientes por si mismos para establecer un diagnóstico de una patología concreta.
La exploración de la rodilla con síndrome del semimebranoso, suele mostrar hipersensibilidad a la palpación y hemos de diferenciarlo de una artritis, quiste de Baker, bursitis del semimebranoso o incluso fractura por estrés.
La causa más frecuente de dolor posterior de la rodilla es la artritis y suele coexistir con este síndrome; inflamación del tendón y de la bursa, lo que agrava y complica el tratamiento.
El tratamiento de elección es el fisioterápico con técnicas locales orientadas a bajar la inflamación y liberar el tejido adherente.
En los pacientes que no responden al tratamiento convencional, se suele administrar en los casos recurrentes infiltraciones con anestésico local y esteroideos.
EJERCICIOS
- Tumbado sobre la espalda, elevar la pierna lesionada todo lo posible sujetándolo por detrás a la altura de la rodilla y realizar dorsi-flexión del pie.
- De pie, manteniendo la pierna sana por delante de la lesionada, flexionar el tronco hacia adelante para intensificar el estiramiento de miembro lesionada.
- En posición de semisentadilla, apoyar los talones y la palma de las manos en el suelo. Levantar la zona lumbar estirando las piernas todo lo posible.
- De pie, con los brazos apoyados en una pared, los pies apoyados totalmente en el suelo, nos desplazamos hacia adelante con el tronco, para evitar la musculatura posterior de las piernas.
- De pie, elevar una pierna sobre una plataforma elevada pero que sea cómoda. Desplazamos el brazo hacia adelante estirando la musculatura de la pierna lesionada.