SINDROME COMPRESIVO DEL NERVIO CUBITAL
Este síndrome es el segundo en frecuencia en el miembro superior, después del túnel carpiano y el paciente presenta, entumecimiento, hormigueos y déficit sensorial en el 4º y 5º dedo de la mano.
El nervio cubital es sensible a neuropatías compresivas en varias zonas anatómicas de su recorrido: escalenos, desfiladero torácico, vientre del bíceps, arcada cubital, túnel aponeurótico flexo-pronador y canal de Gullón.
En la exploración hemos de buscar inflamaciones, edemas y zonas sensibles en todo el recorrido, desde la raiz C8-D1 a la cara interna de la mano, sobre todo en el trayecto que atraviesa las zonas comprometidas que pueden alterar su perfecto deslizamiento.
Los principales síntomas son el entumecimiento, hormigueos y acolchado del 4º y 5º dedo, que puede evolucionar a una anestesia completa de estos.
Los síntomas motores son: debilidad, pérdida de fuerza y destreza con disminución del volumen muscular en la mano afectada.
El tratamiento idóneo es el corrector, es decir, el fisioterápico, orientado al alargamiento de la masa muscular flexora y pronadora y liberar los anclajes fibrosos en los túneles y recorrido del nervio.
La bibliografía actual considera que el tratamiento conservador con reposo, antiinflamatorios y ortesis de codo está en desuso y conduce a una fibrosis que suele terminar en cirujía; y las complicaciones de la intervención quirúrgica son: pérdida de movilidad por la inmovilización, creación de nuevas adherencias, fibrosis en el canal y lesiones de ramas motoras.
EJERCICIOS
1- Con un brazo por detrás de la región lumbar y el otro brazo detrás de la cabeza, sujetamos una toalla. Realizamos elevaciones y descensos de la toalla al mismo tiempo inspiramos y espiramos.
2- Con la muñeca flexionada hacia atrás; colocamos el talón de la otra mano contra los dedos de la afectada y presionamos llevando la mano hacia el hombro del nervio afectado.
3- A cuatro patas, flexionar las muñecas colocando la palma de la mano y los dedos dirigirlos hacia adelante. Inclinamos progresivamente el tronco hacia adelante.
4- A cuatro patas, flexionamos las muñecas colocando la palma de la mano y los dedos dirigidos hacia las rodillas. Desplazamos el tronco hacia atrás buscando progresivamente tensión en el antebrazo.
5- Sentado en el suelo con las manos por detrás de las caderas y los dedos dirigidos hacia atrás. Levantamos las nalgas del suelo y expandimos el pecho tanto como nos sea posible al inspirar.