RODILLA DE SALTADOR
Se le denomina a la afectación de la inserción del tendón rotuliano en el polo inferior de la rótula, siendo esta la lesión más frecuente de las enteropatías del aparato extensor.
Consiste en una sobrecarga por desequilibrio rotuliano y tiene lugar sobre todo en las prácticas deportivas que necesitan solicitaciones mecánicas explosivas de extensión de rodilla.
En la etiología como hemos dicho anteriormente, existen desequilibrios rotulianos y puede haber además factores que facilitan su aparición: isquiotibiales cortos, patela alta o Epifisitis de crecimiento.
Se puede decir que esta lesión evoluciona paulatinamente por fases hasta cronificarse.
Fase I: Aparece dolor tras finalizar la actividad diaria o deportiva y mejora con el reposo.
Fase II: Tenemos dolor durante y después de la actividad deportiva y suele existir un pequeño período sin dolor durante “ el calentamiento”
Fase III: Dolor incapacitante para la práctica deportiva, con gran intensidad al inicio de la actividad, imposibilidad de ponerse en cuclillas y dolor nocturno.
Fase IV: Desgarro degenerativo del tendón Rotuliano y microroturas.
DIAGNÓSTICO: Basado en la correcta exploración, palpación y visualización de las estructuras, diferenciando patologías del tendón, bursas, alerones etc. En los estudios radiológicos, buscamos alteraciones en el polo inferior de la rótula, geodas, osteofitos y alteraciones subcondrales.
El tratamiento es siempre fisioterapia temprana, al notar los primeros síntomas y el objetivo del tratamiento es restablecer el recentrado femoro-patelar, trabajando acortamientos musculares reequilibrando las cadenas musculares, sobre todo del tren inferior y tratamiento miofascial. Recomendamos estos ejercicios preventivos.
EJERCICIOS:
- Inclinado contra un pared, con el tronco y miembros inferiores en línea recta, mantenemos los pies sobre le suelo y desplazamos el cuerpo hacia la pared, estirando la musculatura posterior de la pierna.
- Sentado sobre el suelo, con las piernas abiertas y estiradas, nos flexionamos hacia adelante al tiempo que hacemos una contracción mantenida de ambos cuádriceps.
- De rodillas, con los dedos de los pies en hiperextensión anterior, intentamos desplazar el tronco hacia atrás, estirando paulatinamente las cadenas inferiores de extensión.
- Sentado sobre el suelo con la rodilla flexionada, inclinarse hacia atrás todo lo que nos sea posible y mantener la tensión en el cuádriceps tres minutos.
- De pie, nos sujetamos a una pared con la manos y realizamos ejercicios de flexo-extensión de piernas, tantas veces como nos sea posible.