FRACTURA DEL RAQUIS DEL ADULTO
Se trata de lesiones importantes que pueden comprometer gravemente el pronóstico vital del afectado y las indicaciones terapeúticas se basan en la presencia o no de lesiones neurológicas y tipo de fractura.
El diagnóstico minucioso requiere el análisis y valoración de las estructuras óseas, discos, ligamentos y nervios; sobretodo de la parte posterior de la columna, para establecer los riesgos neurológicos y la aparición de deformidades raquídeas.
Las causas más frecuentes del accidente es la caída desde un lugar elevado, accidentes de tráfico, trabajo y deportivos.
En una ciudad como Ourense, suelen producirse 64 fracturas vertebrales por año y de ellos 4 tienen afectación medular en mayor o menor grado.
De estos pacientes hospitalizados; el 33% tienen fractura torácica, lumbar el 46%, los restantes cervical, mortalidad etc.
El tratamiento ortopédico inicial es la posición de “de cubito dorsal” en cama; no es necesaria la reducción, ni mucho menos la inmovilización.
Los objetivos de la fisioterapia son:
-Evitar complicaciones neurológicas.
-Recuperar movilidad máxima.
-Recuperar autonomía óptima.
-Readaptar al entorno habitual.
La fisioterapia es de inicio inmediato, levantando al paciente sin ninguna contención, hemos de enseñarle ejercicios de amplitud articular del raquis y tonificación de la musculatura paravertebral, abdominal, estiramiento para flexibilizar el Raquis etc.
También nos ayudamos alguna que otra vez de un corsé, como contención para empezar el paciente su vida cotidiana y laboral.
Los tratamientos que requieren cirugía son exigentes y necesitan para su futuro funcional, una reeducación, con fisioterapia lo más completa posible, tanto en el plano sagital como frontal
EJERCICIOS
- Acostado, con las rodillas flexionadas en 90º y los brazos paralelos al tronco, realizamos flexiones de la columna cervical sin despertar dolor.
- Acostado en cama, flexionamos las caderas y las rodillas sobre el pecho y desde esa posición realizamos extensiones de rodillas para movilizar los ciáticos.
- Acostado con piernas flexionadas, realizamos contracciones de los glúteos, elevando las caderas repetidas veces.
- En posición de boca abajo, con los brazos estirados realizamos extensiones de la columna vertebral sin provocar dolor.
- Sentado en un banco frente a una pared, estiramos los brazos y los colocamos en el muro, para hacer desplazamientos en extensión de torax.