Esguince cervical
El esguince cervical se trata de una lesión de las estructuras blandas del cuello (músculos o ligamentos). Suele producirse por un gesto violento con la cabeza desplazando el cuello más de su barrera fisiológica de movilidad.
SÍNTOMAS
Cursa con dolor en región cervical, contractura de los músculos, trapecios, escalenos, romboides y paravertebrales, ocasionando cierta rigidez cervical y limitación de la movilidad. En los casos muy graves puede acompañar de irradiación y hormigueo a hombro, brazo o mano.
Algunos autores también atribuyen al esguince cervical mareos y vértigo; pero considero que se trata de patologías que no tienen relación, ya que al tratar el esguince cervical y mejorarlo continúa con vértigo y cuando tratamos el vértigo, este mejora pero continúa la sintomatología del esguince cervical, por lo que se puede concluir que el esguince cervical no desencadena vértigo.
DIÁGNÓSTICO
El diagnóstico se hace mediante una minuciosa exploración clínica, con ayuda de radiografías de frente y perfil. Las carillas articulares interapofisarias se consideran la causa más común de dolor cervical crónico tras una lesión cervical sin recuperar.
TRATAMIENTO
En tratamiento, al igual que el todos los esguinces, es el fisioterápico, con trabajo manual articulatorio para restaurar las propiedades mecánicas y reorientar la neoformación ligamentosa. La carga mecánica tiene efecto beneficioso en la reorganización del tejido, aumentando la proliferación celular y la producción de colágeno en la zona lesionada.
Si padeces los síntomas detallados, no dudes en contactar con nosotros. Aplicaremos la terapia necesaria para su eficaz tratamiento.
-Un artículo de José Manuel Vázquez ‘Casiano’-